El futuro inmediato pertenece a Google

El 2013 no podía haber empezado mejor para el gigante de los buscadores: según una noticia publicada en El País, Google tiene carta blanca para seguir trabajando en la dirección que deseen. ¿Acaso había algún problema que se lo impedía? Pues sí. Una serie de denuncias, quejas y presiones de diferentes organismos acusaban a la empresa Google de monopolizar el mercado y orientar sus mejoras y anexos a eliminar a la competencia. La resolución en Europa aún está pendiente. Pero en Estados Unidos, la Oficina Federal del Comercio ya ha dado su veredicto, y se pone de parte de Google.

Quién se queja y por qué

 

Futuro de google
El dominio de Google está disputado, pero de momento la batalla parece favorecer al gran buscador

El motivo subyacente tras las quejas siempre es el mismo: la sensación de monopolio. Con más del 70% de la cuota americana, y más del 90% en Europa, Google se pasea por el mundo con paso firme, sin miedo, con un punto de arrogancia incluso: la arrogancia del que tiene el mejor producto. Lo que se cuestionan otras empresas es, ¿todos los cambios que establece Google están pensados para mantener o reforzar ese monopolio?

Según FairSearch.org, sí. Esta organización es un lobby o grupo de presión compuesto por empresas y compañías que, en nombre de los derechos del consumidor, pretende que el mercado de los buscadores sea totalmente abierto y competitivo. Para que os hagáis una idea de quién está detrás (http://www.fairsearch.org/about-fairsearch/), os daré algunos nombres que lo mismo os suenan: Nokia, Kayak, Foundem, Tripadvisor, Buscapé, Microsoft, Oracle…

Su argumento es que los usuarios nos vemos perjudicados por Google ya que, al ser un cuasimonopolio, nosotros no decidimos los resultados que vamos a encontrar, sino que “Google nos cuela los resultados que le interesan”.

En Europa existen otros organismos enzarzados en la misma lucha. A destacar el ICOMP (Iniciativa por un Comercio Online Competitivo), que engloba desde la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) a un conjunto de empresas entre las que encontramos a PPL, Hot-Map.com, Foundem, Buscapé, Microsoft… espera un momento… ¿no acabo de recitar muchos de estos mismos nombres algo más arriba?

La justicia o la injusticia del monopolio en los buscadores

futuro google
¿Es justo el dominio de Google?

Aquí debe considerarse el problema desde dos perspectivas diferentes: la de las empresas competidoras, y la de los usuarios.

No voy a entrar en la justicia de la competencia. Creo que la competencia es sana (siempre que uno no se vuelva loco, claro: al final siempre es más útil cooperar que competir), dinamiza el mercado y obliga a las empresas a desarrollar nuevos productos que beneficien a las personas. Y, poniéndome en el pellejo de las empresas que se enfrentan a Google, puedo entender sus críticas y sus luchas, dado que ellos quieren ofrecer un producto alternativo al usuario, y resulta casi imposible. Muy bien.

Sin embargo, tras tantos años dedicándome al SEO en general, y al posicionamiento en Google en particular, lo que más dudas me genera es eso de que el usuario se ve perjudicado. ¿Realmente es así?

Yo no lo creo. Google no es un motor estático precisamente por eso: porque cada nueva actualización le da la vuelta al algoritmo y lo mejora, a veces hasta extremos que dan miedo (fijaos en las opciones que os da Google para autocompletar las búsquedas que hagáis, y decidme si no parece que os pueda leer la mente). Tras cada actualización, los profesionales del posicionamiento nos volvemos locos intentando adivinar cuáles son los cambios y cuáles las nuevas reglas del juego, pero al final, tras todo el trasiego, siempre queda una cosa clara: que Google, si en alguien piensa, es en el usuario. La nueva orientación tras Penguin, que supone un hachazo a las malas prácticas y una mayor exigencia a la cantidad y calidad de los contenidos, es una prueba clara.

En otras palabras: que para el usuario en general, hoy, las búsquedas en Google son más satisfactorias que hace digamos cuatro años.

No soy tan cándido como para creer en la bondad inherente a esta gigantesca empresa. Ya sé que su objetivo final será ganar dinero, como todo el mundo. Y considero posible, e incluso probable, que incurran en prácticas en cierto modo abusivas ante su competencia, dado su poder. Pero ese es un problema empresarial, que a los consumidores no nos afecta especialmente. Porque el usuario no es tonto, ni tiene ningún contrato que le ate a Google: acudimos a “San Google” porque es el mejor buscador, y ya está.

Y que nadie nos acuse de fidelidad ciega: tráigannos un buscador claramente mejor, y verán que rápido cambiamos de marca.

Esto mismo es lo que ha entendido la FTC, cuyo presidente Jon Leibowitz ha declarado que “la actividad general de Google se dirige más a querer mejorar sus resultados de búsqueda y la experiencia del usuario, que al deseo de impedir la competencia”.

Pendientes aún de las conclusiones de la Comisión Europea, lo que está claro es que en América Google ha ganado una importante batalla. Y aunque la perdiera en Europa, eso no evitaría un dominio absoluto para los próximos años. Porque como dijo Leibowitz “hay que distinguir entre dominar un mercado, y hacerlo de forma injusta”.